El puente mocho

¿Alguna vez vieron el famosísimo puente incompleto de Parque Lira? Era un puente peatonal del que sólo se habían construido las escaleras a ambos lados de la calle, y era uno de los más finos ejemplos de la arquitectura mexicana contemporánea. Como no encontré ninguna foto, les hice un dibujito, porque todos debemos recordar que soy un ilustrador de fama mundial:

Ta-dán.

Básicamente eran dos escaleras colosales, en medio de las cuales había un terrible vacío que he intentado representar dibujando una vergota. Hoy en día ya tumbaron esas escaleras e hicieron un puente nuevo (Go, Gaby Cuevas, Go!). Si alguien, alguna vez, le sacó foto al puente inconcluso, agradecería mucho que me la pasaran para ilustrar el post.

¿Pero a qué viene todo esto? Ah, pues que el otro día se me reunió la familia paterna para la misa de difunta de mi abuela (q.e.p.d., aunque ya le organizábamos misas de difunta desde antes, para ir ensayando y que ella se sintiera incluida en el proceso). Yo llegué crudo y tarde, a tiempo para entrarle a los tacos de canasta; y me puse a platicar con un tío arquitecto, que trabaja en la delegación Miguel Hidalgo:

-Tons qué, tío, ¿ya se van a poner a trabajar? -Pero si nosotros siempre trabajamos, ¡la delegación Miguel Hidalgo es el Orgullo de la Capital(TM)! -No, ya en serio, tío. Ya reparen mamadas como el puente inconcluso de Parque Lira, no mamen, ni porque está enfrente de la Delegación... -Aah, fíjate que ese puente yo lo diseñé. -...
-Sí, se nos acabó el presupuesto a la mitad. Pero además ese puente ahí ni va, porque está al lado de un semáforo y no se necesita. ¿Te sirvo otro taquito?
-De adobo, plis.


Mi tío además se distingue por no haber cambiado sus gafas y su peinado (corte a la Beatle) desde la masacre de Tlatelolco. Al fondo se aprecian mis primos y la novia de uno de ellos, mujer grandoooota, aunque me pegue.

De todo esto se desprende que mi familia no lee mi blog, y que nos involucramos en los proyectos más chingones de esta ciudad. Me encantaría conocer a la familia del que demolió el Toreo, tendríamos mucho de qué platicar.

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En otras noticias, Sirako me regaló la auténtica caña "La verga me han de pelar", y la disfrutamos (él, en particular) en una fiestita que ofrecí en mi chante y a la que probablemente ustedes no asistieron. Se perdieron de los canapés que ofrecí y que se observan al fondo, como las bolitas de popó, la moronga, las galletas Ritz sin nada y la ceniza de cigarro. ¡Qué buena estuvo!

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Qué feo, ¿no? Lo única suerte con que contó el cabrón es que poco después pasó lo de la influenza y ya nadie se acuerda de él. Pero yo siempre lo recordaré, me conmovió bien cabrón.

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Luego sucedió que estaba subiendo fotos a Facebook y me encontré con una de Plaqueta que tenía... como ondita. El cabello le había salido bien chido, y el flashazo estaba padre; pero su rostro. Oh, por dios, qué muecota sale haciendo la pobrecita, inenarrable, si subiera esa foto se le acaba el imperio bloguero.

Así que la pimpeé en Photoshop, y después de aplicarle el filtro NapoleónHabeica, el resultado es el siguiente:

Que yo encuentro medio cagadón, no sé ustedes. Como para anunciar blogs con el estilo de American Apparel, ¡muy ñoñocool!.

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Ya saquen el plan, ¿no? La home office me está matando.