Yo vi un pedazo de Juan Camilo Mouriño (crónica cruel e insensible del avionazo de Reforma)

Lidiaba yo con mis banners sobre caca de bebé en la agencia, ubicada en Montes Urales y Reforma, cuando la luz parpadeó, chillaron los no-breaks y el edificio se cimbró.

Un wey dijo -No mamen, ¿qué fue eso?- y se fue corriendo a la ventana. Todos lo seguimos .
Siguió una escena de Cloverfield o del S-11, con todos asomados a la ventana, donde notamos humo, iluminado de rojo, saliendo detrás de un edificio, que nos tapaba el avionazo. Se hicieron todos los chistes posibles en un cuarto lleno de publicistas mamones, con algo de qué platicar: "a diez pesos la vista desde la ventana, vista privilegiada", "playeras oficiales a cien pesos", "Oh my God... IT´S ALIVE", etc.

Penny prendió el radio: el primer rumor era que se había caído un helicóptero. Alguien dijo: -Bah, se sintió muy fuerte para haber sido un helicóptero. No lo sé, no han caído muchos helicópteros junto a mí. Odio a la gente que cree que siempre sabe de qué habla.

Salimos a la calle, bajamos hacia el metro. Cruzamos la calle y nos acercamos al borlote. Reforma cerrada, llena a reventar de patrullas. Pronto nos damos cuenta que nuestro puesto de tortas favorito, donde comíamos unas tortas suizas espectaculares cada vez que estábamos deprimidos, ya no existe: sus restos derretidos aparecieron después en cadena nacional. Lo que entonces supimos que era una avioneta cayó a 20 metros de donde una señora vende USBs a 120 pesos. A unos cuantos pasos de donde me encontré a Rubencito. Se veía poco, unos cables gruesos de electricidad tirados en el suelo y el poste que los soportaba encima de un árbol.

Rodeé la cinta de la policía, hasta un edificio del HSBC. Debajo de una escalera había una vendedora de dulces llorando sin que nadie la pelara. Una señora de Polanco con su hijo y yo le preguntamos qué pasaba. Nos dijo que no encontraba a su hermano.

-Y mire lo que me cayó en el puesto.

En el suelo había un pedazo de carne humana chamuscada, ennegrecida y roja, sin forma, no mayor que una lata de refresco. El puesto de dulces estaba chorreado de sangre. Aún no sabía que quizá fuera un cachito de Juan Camilo Mouriño.

La señora de Polanco y yo llamamos a unos policías y a un paramédico, quienes fueron con la dulcera y empezaron a sacar a la gente de ahí, donde estaba la carne. El niño de Polanco de la señora de Polanco preguntaba, en esa voz alta que tienen los niños de Polanco: -¿Qué es eso? Quiero saber qué es eso. ¿Qué es eso?- La señora le dijo, con franqueza polanqueña, que era un pedazo de carne de una persona.

Detrás de mí llegó un fresón con cara de zoquete y me preguntó: -¿Qué pasa, que hay aquí?-, como quien se acerca a un borlote a ver si le regalan cosas gratis o si hay modelos bien buenas.

Le dije, puntualmente: -La señora no encuentra a su hermano y hay un pedazo de carne humana en el suelo. Me parece que cualquiera habría entendido lo culero del asunto, pero no este fresa, quien me preguntó muy animado:

-A ver, ¿dónde está la carne? ¿Se puede ver?
-No seas chismoso.
-Uy, perdón, "concienciaaa". Yo soy reportero... vengo con otro wey (no lo era y estaba solo, era tan chismoso como yo, pero con una actitud infinitamente más frívola.).
-Por lo menos cambia tu tono de voz, cabrón.

Soy un santurrón, pero me salió del alma. Con lo del fresa tuve suficiente y me fui. Mejor ni entrar al metro, no estaba para gentíos. A pata hasta mi casa. Antes me encontré a otro puñado de publicistas, de aquellos que como se ganaron un León no hablan contigo ni porque se haya caído una avioneta a 200 metros de distancia.

Me marcó Niche, que trabajando en Reforma se entera rápidamente de las cosas y me dijo que en la avioneta iba Juan Camilo Mouriño. Verga santísima, esto apenas empezaba.

Algún día, cuando limpien la calle, regresaré a buscar a la señora de los dulces, quien espero que haya encontrado a su hermano.

Y lo de Obama y lo de Neoskin. Vaya día más raro. Me voy, tengo sueño y mucha chamba.

Otra crónica del desmadre, más pro, aquí.

UPDATE: Bueno, ya mandé a la chingada la chamba por hoy, porque está bien chido el chisme en msn.

¡Es hora de la teoría descabellada! Quizá sepan que Mouriño era uno de los principales organizadores del desmadre de la reforma de Pemex. Me acaban de señalar que el avión cayó al lado de la Fuente de Petróleos. No me cabe la menor duda de que fue un atentado, pero ¿los que lo hicieron son tan eficientes como para hacer caer la avioneta cerca de la Fuente de Petróleos? ¿Querría alguien hacer algo así, por la debacle de Pemex? ¿Hay gente TAN forever? ¿O es la forma de alguien de decirle a México que nadie, en ningún momento o lugar, está seguro?

¿Qué pedo con todo? ¿Y a qué pinche hora voy a hacer mis freelances? ¿Qué pasa si no cumples un freelance? ¿Te perdonarán si no lo cumples porque has vuelto a nacer, después de sobrevivir a un ataque terrorista*?

*Este post puede contener por lo menos una frase exagerada.

UPDATE

Vea la versión en video de este mismo post aquí, donde Nacho Ravelo (un coworker) y yo salimos entrevistados en el Reforma (gracias, Luis Frost) y contemplen de paso lo gordo que me he puesto (es tanto freelance). Digo por lo menos una pendejada (lo de la repisa, ¿eso qué?), a ver cuántas cuentan ustedes. La aclaración de que no hubiera sacado fotos también está de más para cualquier persona que no haya leído los comentarios de este blog.


Y recuerden siempre que "Ps es un pedazo de carne y hay que respetar".