2 may 2008

Viva Dream Theater

Y arriba su metal progresivo, que en música es como ser un perro morado que puede platicar.

Lleno total en el Auditorio, frontman escueto, con saludos, despedidas y plática breve, audio impecable (ya deben tenerle la medida tomada al foro, ésta es la quinta vez que se presentan en él), público pasmado, respetuoso, callado (cosa rara) y anonadado; banda que va al punto y cada vez da más y más.

Maravillosas animaciones y videos custom made en las pantallas todo el tiempo, juego de luces Pink Floydianas, Mike Portnoy carismatiquísimo, perfecto balance entre material nuevo y viejo (reinterpretado). No es de extrañar que siempre me gusten más los nuevos discos de Dream Theater después de que la banda venga a México a cortármelos con tenedor y cuchillito, me los dé en la boquita y me los explique con amor.

Dream Theater, integrado por cinco gringos tan pero tan feos que no les quedaba otra más que ser buenísimos en algo si querían reproducirse alguna vez: Son tan virtuosos que la mayoría ya tiene no uno sino dos hijos.

Casi me hicieron llorar con la versión extendida de Surrounded, yo también les daría dos o tres hijos. Al lado mío había una señora preciosa de unos sesenta años disfrutando y moviéndose al ritmo de las partes más pesadas, del otro lado, la razón de su presencia en el concierto: su hija, una rubia con enormes chichis muy colgadas con pinta de estudiante de música. Fui muy amistoso con la señora, por el gusto de convivir con un representante de las dos poblaciones menos Dream Theater que puedo imaginar: mujer mayor. Dicha calidez me valió que Beto (no este Beto) me dijera "uy, ya ligaste", y pueden comenzar a desmenuzarme por sexista pero el hecho permanece.

Para entrarle a Dream Theater, escuche usted con audífonos el Scenes From a Memory habiéndole dado un vistazo a las letras para entender la trama (es una ópera rock, jotería asegurada). Los audífonos le ayudarán a concentrarse en cada instrumento y podrá descifrar más fácilmente lo que se esconde detrás del aparente ruido blanco que percibirá en la primera escucha. 

Si sabe de música, contemple los tiempos en los que dicen que tocan estos dudes y tema; si no sabe de música sólo disfrute del masaje mental y coma frutas y verduras.

Uf, fin. Necesito un cigarrito. 

4 comentarios:

Francisco Palacios dijo...

No vuelvo a ir a un concierto de metal. El trauma surgió cuando precisamente Dream Theater vino a presentar el Octavarium. En el medio tiempo una mujer me abandonó. Incluso nos encontramos y me sugeriste una putiza, espero recuerdes. En fin. No vuelvo a ir a un concierto de metal.

Pami Yasbeck dijo...

Jajaja, siempre me ha dado mucha risa la palabra "anonadado". Yo también amé las animaciones y ahora quiero caricaturitas de Mami Yasbeck.

Extrañé algunas rolas pero fue perfecto, ahhh, y a mi lado había un alcohólico que casi se madrea a los de la fila Y (yo estaba en la mediocre X) porque querían que se sentara.

NOTA: Mike Portnoy NO es horrible, y aunque se vista culero me parece atractivo con su look medio "Osama Bin Babe". Los otros sí son muy feos, en especial Fher, ah, perdón, La Brie.

Manuel d'Argence dijo...

Wei! salgo en tu foto!! Cool!! jejeje

Roxana Zúñiga dijo...

No sabía que era el metal hasta que entré a la escuela de música y mis amigos eran los greñudotes metaleros que decían cosas como, progresiones, doble pedal, sonido 13 bla bla bla. Me ragalaban discos de metal que nunca escuchaba hasta que un día sentí una fuerza extraña de uno de esos discos que me ponía cara de.. escuchame porfavor.. y fué mi primer y muy placentero encuentro con Dream, caí en las garras del metal y me convertí en la chica metalera de la escuela porque tocaba el trombón, escuchaba buen metal y ya hablaba con esos terminos a los que un día les puse cara de que$%&%$es eso. Nos adjudicamos el género pop brutal progresivo con influencia metal. A este concierto también fuí con mi soldadito metalero de plomo y salí algo pacheca gracias al de la fila de atras que traía de la mera buena y todo me llegaba a mí jojo.