24 dic 2004

Que hoy es Nochebuena, y mañana Navidad... (una actualización)

Durante toda mi niñez, la familia Flores-Vargas se reunía (menos el primo gay, quien fue borrado del árbol genealógico). Había comida rica, regalos bien padres, mucha tele navideña y alcohol. Mucho, mucho alcohol, que iba a parar adentro de los hombres de la familia. Alcanzaban altos niveles de pendejez, en particular mi papá. Insultaba a todos, en particular a mi mamá, y siempre se iba, en la madrugada, a ver a su AMANTE.

Yo era miserable, y le pedía a Dios que mis papas se llevaran mejor. Que se dieran unos besitos y bailaran un vals; lo cual no pasó, pero pasaron los años. Mis padres descubrieron que divorciarse iba a ser más difícil que seguir (incomodamente) juntos. La amante de mi papá murió de cáncer. Yo conocí el rocanrol e hice concha. Mi mamá llegó a la menopausia.

Conocimos la paz navideña: Hoy día mi mamá y yo ya no tenemos que ver a la higadísima familia paterna. Nos quedamos en pijama, y nos sacamos los mocos a gusto. Mi papá sí se va con sus parientes, y sigue poniéndose pedísimo. Hace dos años, cuando nosotros estábamos de viaje en Navidad, destruyó totalmente su carro por dicha razón. Todavía tiene cicatrices, y no puede cargar nada pesado con el brazo izquierdo. Acaba de hablarme por teléfono, para decir incoherencias de borracho: Lo volvió a hacer, se volvió a poner hasta las botas y va a llegar aquí a bajársela cantando Juan Gabriel a gritos.

LA VERDAD ES QUE ESTOY ANGUSTIADO Y NO SÉ A QUIÉN ACUDIR. CREO QUE SUFRO DE VIOLENCIA... EN MI CASA.

La madre, qué. Ya le menté la madre, y ni crea que voy a salir a "platicar" con él. Le voy a dejar ái un bistec para que se le baje. Ya le escondí los discos de Juan Gabriel. Mañana me voy a Tabasco. Estoy sumamente encabronado, y si da lata, salgo de mi cuarto y lo tiro al suelo (solo se necesita un ligerísimo empujón, es lo bueno de combatir a borrachos).

Amiguita, amiguito: Si usted tiene situaciones navideñas repugnantes, si siente que sus fiestas parecen una telenovela del canal de las estrellas, solo tiene que tirar al suelo al borracho del problema. No se deje usted.


5 comentarios:

rf dijo...

El problema con los borrachos no es tirarlos, sino que después hay que levantarlos y depositarlos en un lugar seguro. O no sé. ¿Lo dejarías ahí en el suelo?

es mi nombre Berenice dijo...

Déjalo en el suelo, tu papá es hombre "recio" seguro resistirá.

Malakatonche dijo...

Yo tengo ciertas tácticas etarras navideñas contra los borrachos: suelo echarles explosivos menores, tales como cohetes chinos y buscapies.

No sé si recomendártela por los inesperados efectos secundarios (que le pueden incluir persecusiones de estos seres con botella en mano); pero se ven bien cagados cuando la chinampina les explota en las patas...

Felices fiestas a todas las familias disfuncionales de México, y un felíz año a la clase media de corazón...

Finé.

Anónimo dijo...

Grita: voy a alfombrar mi casa con tu pellejo...MALDITO VICIOSO, y bueno, le das una patada.

El Mareo dijo...

Mi venganza consistirá en dejar toda la casa tirada y salirme a la calle antes de que se despierte: Pa que disfrute su jubilación el cabrón.