Es lo que te gusta

Pues ya por fin dijo el juez que podía volver a bloguear, siempre y cuando me mantuviera alejado de sitios con interraciales de filipinas encintas y escoceses con heterocromía. Eso sí, me metieron el taxi al corralón por un mes y me hicieron pagar por los dos caballos y el puesto de esquites, pero ya nos estaremos leyendo más seguido por aquí.

Sí, porque tengo muchas cosas padrísimas que contarles, como que mi celular se volvió loco (seguramente porque alguien anda trabajándome, como dice Doña Tula, la santera tuerta que vive abajo de mi casa) y ahora se marca solo y manda mis mensajes a destinatarios incorrectos, por lo que ya casi no mando mensajes cachondos: yo sé que extrañan mi lascivia pero ya no quiero volver a espantar a mi tía Chelo.

Ello me recuerda cuando se me amoló la tecla 3 del celular, también conocida por contener las letras DEF. Mis mensajes eran los más divertidos, porque adopté el lenguaje de la i: "Istoy in Pirijirico, ya voy para alla, ispirame tantito, hay mucho trágico, no ti inojes".

Um, creo que esto ya lo había contado, ¿pero qué esperan de mí? Ya estoy demasiado viejo, tengo....

Y no es tan fácil recordar.