¡Sensacional de Chapuzas! Por wey COMETISTE LA CHAPUZA SUPREMA
Esta no es, repito, esta no es la banda de la que se habla aquí. Esta es Helloween, mi banda favorita, (lo sostengo a pesar de sus aspectos físicos), que gracias a la magia del fotochop están aquí para ilustrar mi relato.
En vista de que Vetusta Moria no se apuró con su hipótesis acerca del significado de esta foto, me veo obligado a proceder. ¿Qué puede superar a la precedente crónica de ineptitud humana, se preguntaran?
Ah, pues un lindo caso de desmembramiento metalero.
Érase que se era la banda Cristal y Acero, conocidos míos y la banda detrás de la música de muchas producciones teatrales de Ocesa.
Érase que se era el guitarrista de la misma.
Érase que se era una trajinera en donde todos ellos pisteaban (hermosa palabra norteña) y celebraban... algo digno de ser celebrado.
Érase que se era que el guitarrista estaba sentado en la proa, y que llevaba los dedos en el borde de la embarcación.
Érase que se era una segunda trajinera, que chocó contra la de nuestros héroes.
Érase que se era el color morado que adquirieron los dedos del guitarrista, tras el tremendo machucón en que se vieron aplanados.
Érase que se era que la pachanga era muy buena y que el metalero era bien rebelde y valemadre.
Érase que se era un doctor, que esa misma noche tuvo que cortar dos dedos por concepto de gangrena mal atendida.
Es que se es una persona sin dos dedos, que sigue siendo guitarrista (lo cual habilita a los detractores de Cristal y Acero a hablar cosas muy malas sobre la calidad de la música de la misma).
Pero es una persona contenta. Ahora su mano está total y perpetuamente dedicada a la promoción de la música que más le gusta.
5 comentarios:
Ay, perdón, perdón, no quería yo retrasar la aparición de la chapuza suprema. Ocurrió que cada que veía la foto que pasó días y días encabezando este blog me acordaba del baterista manco de Def Leppard y se me ponía la mente en blanco.
Y... esta no debería ser la chapuza suprema. Hace falta un reacomodo de lugares. Ps, sí, sus dedos se fueron a un lugar mejor. Yo conocí un gato sin cola ni orejas y nomás con tres patas y no lo tengo en el primer lugar de nada en mi vida... sí, quizá soy yo la desconsiderada, pero ¡la crónica de ineptitud humana! ¡la crónica de ineptitud humana!
Mmm.
Hay otra persona por ahí que demanda una reestructuración del ranking de las chapuzas. Llevamos dos. Si llegan a la multitud, y marchan al zócalo de la ciudad de México consideraré el curso de acción sugerido.
Pero es que Vetusta Moria... ponte en mi lugar... si reestructuro el ranking sería el Rey de la Chapuza... y bueno, tal vez lo sea, pero no es algo que haría orgullosos a mis papás. ¡Debo pensar en ellos! Soy un hijo único.
Ja. Es curioso, justo ahora recuerdo que soñé que mi papá entraba a mi blog (lo cual es como pensar que el país de Djibuti pudiera desarrollar su propia iniciativa de exploración espacial).
(¿Quihubo con mi metáfora mamona?)
No, no, no. Yo no quiero decepcionar a mis papaces.
El merol ha muerto.
Viva la resistance, desde cierta estación llamada "Reactor", con un Sopas mayor de edad que sigue igual de tetote.
No sé yo nada sobre estaciones de radio ni la resistencia que desde ellas se mantiene. El radio me saca ronchas.
Pero el mérol no ha muerto. No mientras yo tenga los casetes para demostrarlo. Y los discos. Y los emepetreses. Y los videos.
Y aún si acaban con todo eso, el mérol vivirá en mí: Sé las letras. Seré como un Montag de Fahrenheit 451, sólo que más burro, y con una mayor debilidad por los coros pegajosos.
yo pensé que ibas a salir con el güeyin ese de los magnetos (esos) que se cortó los dedos (esos(nomeacuerdocuales)), debido a que salió muy saludador de un helicóptero, ahí no el mérol sino el pop fue el que estuvo agonizante..
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