¡Sensacional de Chapuzas! Por wey eres el número: 6

Existe un individuo que no es mi amigo (si acaso... conocido). Una vez, de niño juguetón, mordió un cable de luz y sufrió una terrible descarga eléctrica en la boca. Quedó bastante feo, y su herida tiene consecuencias variopintas hoy en día.
Sin embargo, la ley de cordialidad que debe imperar entre todos aquellos que no son amigos (si acaso... conocidos), me causa conflicto y me impide ahondar en el tema.

Pero algo es seguro: morder ese cable fue la segunda gran chapuza de su vida. La primera, por supuesto, fue el nacimiento.

Actualización: Recién me informaron que la chapuza de la mordida del cable es incorrecta, que en realidad mi... si acaso, conocido nació así. Entre que son peras y son manzanas, les puedo confirmar que sí está bien feo y que su primera chapuza sí fue nacer.

Pero para que no digan que aquí somos choreros, ahí les va una bonus chapuza protagonizada por mí mismo:

En una sala de exposiciones de mi escuela, me encontraba con Alejandra viendo fotografías de maestros de la institución. Y que le digo:

-Ugh, esta foto es del Lauro Garfias. Ese wey toma pura foto fea, puros paisajitos trabajados gachamente en Photoshop. Blargh, no tiene talento, ese wey.
-¿Qué?
-Pus lo que oyes, Ale. ¿Qué no me escuchaste? Es que en serio, ¿a poco no? Ve esta, es una mugre. Está bien aburrida y el arbolito le salió desenfocado.
-¿Qué?
-Alejandra, lávate las orejas, por favor: Estoy diciendo que Lauro Garfias no tiene ni tantito talento y no debería ser maestro, debería ser velador de un estacionamiento. Además, le huelen los pies.
-¿Qué?
-Agh, Alejandra, como parece que no me escuchas voy a voltear hacia detrás de mí, que es donde estás tú. Oh. Mira. Lauro Garfias está a tres pasos de nosotros.

Tan tan.