Pensar, pensar, pensar...

Estoy intentando grabar un compacto con lo mejor de lo mejor de Rush. ("Uy, pues ha de ser un compacto muy cortito": Silencien sus chascarrillos, innobles bufones). Quiero que la persone que lo escuche quede irrevocablemente atrapada en sus virtuosas melodías pasadas de moda.
Pero todo aquel que alguna vez ha intentado grabar un Grandísimos Madrazos de sus artistas preferidos sabrá que no es una tarea fácil.
80 minutos no alcanzan para ni madres, y es difícil controlar gustos personales a la hora de escoger canciones. Además, yo, como muchos de nosotros los mortales mamíferos homínidos mexicanos jovenes, no soy particularmente rifado en eso de tomar decisiones.
¡Agh! ¡Difícil!
Urgh. Creo que voy a aprovechar el hecho de que Rush es una banda palelolítica cuyas canciones están grabadas a mano, y voy a favorecer aquellas melodías que suenen más durote en el estereo.
Cabeza... doler. Cuarto...dar vueltas.