12 nov 2004

El Ardillismo: Tema de actualidad

Tengo un cuate excéntrico y de conducta bipolar que vive en un cerro defeño de reciente urbanización, en el cual existe una población considerable de ardillas. Podría pensarse que dicha circunstancia ha hecho de él una persona feliz, mas por desgracia no es así: Aborrece a las ardillas y vive para destruirlas. Tiene un rifle de aire y un gorro con cola de ardilla como la de Déivid Croquet.
Su excentricidad se vuelve sumamente notoria cuando empieza a hablar del "Ardillismo": Suele comentarle a todo el mundo que él no es "Ardillista", incomoda a los peatones preguntándoles si son "Ardillistas", y cuando alguien le cae mal, comenta "de seguro ese wey es Ardillista".

Nunca, jamás, alguien ha sabido de qué demonios habla.

Hasta que llegó el Domingo pasado, y el Día Siete del Universal publicó un escrito...sobre el Ardillismo.
Ahora estoy muy confundido: ¿Es mi cuate un Profeta del Ardillismo? ¿El Ardillismo siempre ha existido, y sólo él lo conocía? ¿La escritora del Día Siete está igual de loca que él? ¿Él es la escritora del Día Siete? ¿Por qué no hago algo más útil con mi vida que postear sobre el ardillismo?

Ahí tienen el texto para su examen: Cuando terminen de leer comprenderán porqué Björk (sí, y dale con Björk) es Ardillista.

Espero que me comenten su postura sobre las ardillas.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

no las amo ni las odio. me parecen bonitas, como los gatos me parecen bonitos, pero no por eso me caen bien. si quieres una opinión favorable acerca de ellas, interroga a la esponjita. alguna vez me afirmó que las ardillas de viveros son amistosas, y se tiran panza arriba con la esperanza de recibir un cacahuate. no me consta, nunca vi eso. en fin, cuando hay sobrepoblación de ellas, puedo comprender la postura anti-ardillista.

estaría bien que bjork -sí bjork, oh sí- las usara visualmente en un futuro no muy lejano. no logro recordar haber visto alguna relacionada con ella o sus videos.

bravo por inicar lo que será un rico repertorio de críticas constructivas, sigue investigando, sé feliz, toma coca cola.

lulu

Plaqueta dijo...

Jojo. Además, el Pulpo (ese güey a quien el texto se refiere) es igualito a Harpo Marx.

Malakatonche dijo...

Son los tiempos del ardillismo ilustrado.

Yo creo que mas bien es una onda eros-tanatos (por lo bipolar, creo yo): las odia con toda el alma, dedica buena parte de su tiempo en "cazarlas"; pero no puede dejar de hablar de ellas, y hasta término les ha acuñado.

Falta ver si tiene posters de ardillas en su cuarto, o si bajo el colchón esconde pornografía ardillista.

Las ardillas están entre nosotrosss ¡-.-¡

El Mareo dijo...

Su-putísima-madre: Sí, tiene un poster de ardillas. En realidad es un enorme cartel de La Era del Hielo, la película animada de hace algunos años, que le regaló su hermano-el-que-se-roba-los-carteles-de-los-parabuses.
Indudablemente hay una ardilla, aunque prehistórica, en el poster: aquella a la que le pasaba todo y siempre terminaba apachurrada.
Dios. Qué revelación. Yo siempre lo había considerado un ciudadano decente, dentro de lo que cabía.
Y fuchi, resulta que es rarito.

Anónimo dijo...

Elena comenta:
No, no, no, tú no entiendes; las ardillas son espantosas, mira que si odio las palomas por destructivas, las ardillas no están muy lejanas de eso. Son acosadoras, en los parques ni noviar a gusto dejan; en mi casa (cerro ya nombrado: Ajusco) sacan unos sustos apocalípticos, son enormes, se comen todo fruto habido en el jardín, espantan hasta a los gatos, mis perras se ponen histéricas cuando hay cerca alguna, pues como trepan muy rápido a los árboles, pues ni quien las alcance –como juegan con el instinto de mis pobres animales- pero cuando las queremos alejar de aquí, no falta el ciudadano citadino o habitante de condominio que sale con “Déjala, si esta re bonita, no hace nada malo, vela como se para en dos patitas, no tienes corazón”. Con esa carita de bondad (que más bien creo es la cola, tienen la misma cara que las ratas comunes, pero una cola super esponjada) la gente se apiada de ellas, no les huye, ni las quiere matar como a los demás roedores conocidos, eso, no es justo, todo esta en la cola…
Todos los ajusqueños podríamos formar un club o algo así, ¡¡viva el Pulpo!!, que se atreve a matarlas; pues yo soy retechillona pa’ matar cualquier roedor, hasta me compadezco de las ratas…
Obvio yo no me clavó en eso, ni todo en mi vida gira en torno a ellas, tal vez, Pulpo pasa mucho tiempo pensando en el s. XIX y sin novia.
P.D. Alguna vez topé sus revistas porno, por azares del destino y, son de las normalitas, nada de que espantarse, a menos de que las esconda…

El Mareo dijo...

Ándale, eso es todo. Se necesitaba de una ajusqueña residente para aclararnos todo este asunto de ardillas.
Pobres de ustedes, ajusqueños. Habría que averiguar cómo le hacen los canadienses, que tienen las calles llenas de ardillas y aún no se les ha colapsado la civilización.
Agradezco particularmente la aclaración sobre las revistas porno del Pulpo.
¿Pobrecito, no? Ya le pasamos hasta la cocina y él sin poderse defender por estar estudiando en un pueblito del Viejo Mundo.