2 de octubre, pero muy de 2008

A veces, cuando estoy en la oficina, mientras todos chateamos como quinceañeras y escucho a un computín arrojar un choro mareador para explicar por qué la página de NIDO lleva a una página de porno con mulas*, recuerdo un episodio de los Simpsons en que Lisa sufría muchísimo al responder un examen. Eso pasa como en treinta capítulos, quizá por eso lo recuerdo.

Tiene siglos que no tomo un examen, pero me gustaría comentarle a todos mis amiguitos que aún están en la escuela que no se crean lo que dicen sus profesores perdedores. En realidad las cosas son más fáciles cuando trabajas: no hay calificaciones y nomás tienes que hacerle aai nomás, ai como que trabajas, mientras persigues tus verdaderos intereses: el teléfono de la amiga buenona de la gordis de Presupuestos, fotos exclusivas de Alejandro Fernández cantándole a un amigo en sórdido bar gay de Puerto Vallarta (¡búsquelo en su TV y Notas!) o un curso intensivo de parkour en Youtube.

Sólo recuerden sacar espalda para tapar la pantalla, aprendan el arte del pretexto y mientras tanto dejen volar sus almitas bailarinas hacia el sol.

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Hay un programador bien, bien mamado al que le decimos el HTMLeitor, pero cuando se despide no dice -Hasta la vista, baby. Es una grave decepción.

*¿Fueron a checar si era cierto? Siempre he sospechado que hay una gran necesidad de porno con mulas. Espero que las personas adecuadas estén leyendo esto.