Lo que ise en vacasiones

Este post andaba perdido, luego lo encontré y lo puse en la fecha donde iba. EMOCIONANTE, ¿NO?

Hoy vivo nuevamente en el Defe.

Me mojo cuando llueve. El otro día me picó un alacrán pero ya lo superé y pronto dejaré de hablar de que me picó un alacrán.

Ya vi Sin City, la apruebo sin reservas, aún cuando yo no sabía que fuera tan violenta aunque llevo leyéndola 10 años. Supongo que eso pasa porque es diferente ver cómo hacen cachitos a monitos dibujados en blanco y negro que ver cómo hacen cachitos a Bruce Willis. Es una película divertidísima y ambivalentemente adictiva, nadie quiere que termine aunque todos quieren que termine porque ya no soportan que Marv destripe a tanta gente.

Cuando yo estaba viéndola, y apareció en pantalla Elijah-Wood-hobbit-vuelto-psicópata-matón-caníbal, una señora al lado mío dijo

-¿Es Harry Potter, y ahora es malo?

Lo que nos confirma que las señoras son los seres más divertidos y ocurrentes de la creación.

Pero yo no quiero hablar de mi vida en el Defe, porque esa siempre está ahí. Hoy quiero hablar de mi vida en Mazatlán, que duró una semanota bien buenota.

Lo que ise en vacasiones

En Mazatlán, vi unas mexicanas bien guapotas. Algunas, como las de la imagen, se peinan como la Novia de Frankenstein y son medias mensas para aplicarse el bronceador y por eso se queman los muslos y ya después no pueden caminar y se quedan tumbadas y agónicas en la playa solitaria con solamente una cocacola para beber mientras los zopilotes que vienen del Sol y de Saturno las rodean para comerlas.

Algunas de estas mujeres, más listas, se hacen de acuamotos para desplazarse y así logran eludir a los zopilotes del Sol y de Saturno. Pero a veces el cabello les tapa los ojos y corren entonces el riesgo de estrellarse con una placa continental o con otra embarcación.

Embarcaciones como el buque de guerra Catamaran Elevación, que es un barco fantasma tripulado por El Lancherito Errante, quien no se ve porque es fantasma, que purga los pecados que cometió en el Spring Break del 2001 mientras navega por el calmo mar bajo el anaranjado cielo.

El Lancherito Errante y su buque Catamaran Elevación a veces fondean por cocteles de camarón y víctimas en la Isla de la Piedra, que es una isla y que tiene una piedra, la piedra tiene un faro.

En las generalmente calmas aguas del Pacífico mexicano, de vez en cuando, se dan explosiones geotermales que expulsan del lecho oceánico pelotas playeras de plástico olor a tutti frutti. Dichas pelotas playeras son aprovechadas por los habitantes, que sabiamente saben reconocer los regalos que hace Neptuno cuando anda pedo, y no hacer muchas preguntas al respecto.

Descubrí con asombro que Jorge Ibargüengoitia no estaba muerto, andaba de parranda en una barda del malecón mazatleco.

Tuve oportunidad de ver a una foca bailar el zazaza, lo que demuestra que las experiencias que se pueden tener en una vida humana normal son infinitas y muy variadas.

Vi también a un señor panadero subirse a un camión guajolotero con su bandeja de pan en la cabeza, y nunca tirar un sólo pan. Un espectáculo digno de verse: Sin usar las manos, solo ayudado por su voluntad excepcional y su equilibrio superior, este señor soportó cada bache y cada tope que atravesó el camión tripulado por un chofer con vocación de kamikaze. Espectacular.

Doblemente emocionante resultaba para mí contemplar las contorsiones que debía realizar el señor para mantener la bandeja en su cabeza, porque yo viajaba en el asiento detrás de él, y si la bandeja se le iba para atrás me iba a dar un magnífico madrazo en la boca.

Pero el temido soplamocos bandejal nunca llegó, porque el señor era un ser humano excepcional y talentoso. Cuando llegamos a destino, a manera de celebración le compré un bizcocho, éste estaba seco.

Quiero vivir de vacaciones eternamente. Los viajes ilustran. Viva México.

Tan tan.