Altos niveles de melcocha
Última reflexión sobre el amor, susceptible de ser convertida en reflexión de prominente posición en la edición en pasta dura de mi biografía, o de perdida en la calcomanía 129 del popular album El amor es..., de venta con tu voceador:
No enamorarse de la persona más difícil, incorrecta, insólita y ajena a ti, no vale y es trampa. El amor-de-a-de-veras tiene que doler, y a tí te tiene que gustar que te duela.
(No estoy enamorado, nomás ando escuchando más Leonard Cohen del que me conviene, y clavándome mucho en los efectos de los rayos de sol de la tarde sobre el periférico sur. Al rato se me baja.
Por lo pronto, prohibo terminantemente los comentarios en este post, (porque discusiones sobre el amor hay suficientes, gracias), y le ordeno telepáticamente a esa muchachita que me anda gustando que vaya pensando en como le va a hacer para corresponder.)
Ya te vi, cabrón. Que no comentes, te digo.
12 comentarios:
Pues amí me vale que no pueda comentarse. Me otorgo completa libertad para postear en este post por que soy toda una experta en melcocha y en enamorarme de la no persona. Ajúa.
Y a fin de cuentas no dije nada, no comenté entonces.
¡Psicología inversa!
¡Comentario!
¡Eeeeeh!
Grargh. ¡Úshcale!
TÚ, EL SIGUIENTE: NO.
¿Yo?
Bueno, yo fui la siguiente...
Ah, que no comente. Perdón, shhhh.
Sí, muy chistosos. Les digo que no quiero ver comentarios en este post. Ninguno más, ¿eh?
Sí, te hablo a TÍ, el siguiente. NO COMENTES.
(¿Detectas la lógica en esto, y lo que se espera de ti? Vamos, hazlo).
La prohibición hace imposible el cumplimiento, ayyy perdón!
Ni dije nada.
Me siento como cuando engordo a causa de las presiones que causa la dieta.
Enamorarse de la persona incorrecta. Es.
¿Que no aprendiste del Padre Amaro? Prohibir es la publicidad barata y efectiva de hoy.
¿Sí? ¿Esta es mi oportunidad de llegar a las veintenas de comentarios, que he visto en otros blogs, más populares y saludables?
Ja! Por supuesto que no lo es. Fuera, he dicho. No quiero más comentarios. No los quiero.
¿Será que te quedas con la última palabra?
Eh ahi otro buen ejemplo de como funciona la programación neurolingüisitica...
O la psicología inversa, como se le quiera llamar.
Sí! Me uno al club de los "No comentarios".
:P
Quihobo. Y luego dicen que mis posts son triviales y babosos. Ya hasta le vimos el ángulo neurolingüístico al asunto. Quihobo.
Pero ya, en serio. Dejen de comentar, por favor (jo).
¿Por que?
ups, ya comente
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