31 dic 2004

Pequeño comentario sobre gran novela

Acabo de terminar Leviatàn, de Paul Auster. No sè si haya sido porque tenìa montones y montones de tiempo sin leer una novela, pero me gustò muchìsimo. Me hizo entender cosas muy interesantes sobre mi propia vida, y me enseñò que muchas veces las presiones de la vida cotidiana nos hacen olvidar que existen cosas tan maravillosas como los libros.

(Decida usted si me poseyò el espìritu de una señora con crisis de mitad de vida o si estoy siendo sincero)

(Chingao, es que cuando estoy de viaje con mi mamà se apodera de mì un horripilante lenguaje-mamà, puritita correcciòn y palabras... mamà. Gracias a Dios mañana regreso a mi cìrculo de lèperos ordinarios)

("Leperos ordinarios": ¿No les digo?)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El utilizar un idiolecto en lugar de otro, lo difícil de hacer el swich, al hacer uso de la lengua, es una situación muy conocída entre los políglotas. Ahora mismo yo, de mamón, estoy cambiando de tono wey, y ps la neta si, los libros.

Hablando de libros, lee Baudolino, independientemente de si se trata de la tercera vez. Panorámica del medievo, tres interludios amorosos en la construcción de la tragedia, y una narrativa a dos tiempos balanceada.

Ps ora, ahi te deseo buenas vacaciones, saludos,
repunck

M.L.Rod dijo...

No no, si en serio te gusta Auster, lee El Libro de las Ilusiones, una de sus mejores novelas (y mira que me leí casi todas las suyas).
Uno puede tener sindrome de mujer cuarentona sin importar el género y a cualquier edad.