Pensé hacer un post sobre mis propias memorias de Edemege y todos aquellos tiempos, para contrarrestar el malévolo post de Plaqueta, que me hace lucir como el peor tipo del universo, pero mi memoria es atroz y todo lo recuerdo en colores brillantes, como si fuera una caricatura; también cuando tengo hambre le veo a la gente cabeza de pollo rostizado y así. Por ello, nomás diré que yo todavía quiero un chingo al Edemege.
Aquí se nos aprecia bebiendo cervezas caras y tibias en el Soho de Londres, donde el susodicho ahora vive (él es el fresa borracho vestido de negro, yo soy el no-tan-fresa con chamarrita), acompañados de un alemán bastante totopo que se llama -jeje- Patrick Gunter Fleck. ¿Sabían ustedes que el alemán tiene dieciseis palabras para el concepto "amor", treinta y nueve para "eficiencia", pero ninguna para "totopo"*? Es por ello que los alemanes son grandes filósofos e ingenieros, pero pésimos fritangueros.
*Ese chiste se lo robé a Chidoguán casi letra por letra. Disculpa, Augusto, pero Cervantes es polvo ante tu presencia. ¿Y qué esperabas? Lleva muerto cinco siglos.
Y sí, yo era un snob que le arruinó la pubertad a la Plax, bu bu buu, pero ya me compuse bastantito. Pero no del todo, así que ahí les va un post de cuidado, porque traigo alto el snobismo (hoy hasta traía palestina, esas mascaditas de cuadritos que uno se pone en el pescuezo para lucir... palestino, que todo el mundo trae):
Hoy vi la expo de los Zares en el museo de Antropología. Una mujer de mi trabajo, que se distingue por ser infinitamente boba, me preguntó por qué me iba a ver museos en mi hora de la comida. Le dije que quedaba cerca y era bueno para quitarme lo bestia. Y cómo no voy a preferir la compañía de vajillas glorificadas, con la cara de Iván el Terrible pelando los dientes, a la de personas que hacen ese tipo de preguntas. Ash.

Luego no supe si esta chava lloraba o se estaba jeteando, pero me gusta pensar que en esa bolsa de plástico traía algo con un altísimo contenido sentimental y no medio sánwich, una manzana bofona y un boing.

Después una foto ái.

Luego otra.

Y al final ésta, que es muy bella y se la dedico a mi futura novia. Para mí serás mi naranja en medio del Periférico.
No meeeh, ando insopor.