Felicidades, Peña.
Estoy
genuinamente triste. Nadie con un gramo de cerebro (no controlado por
hongos extraterrestres) o que no se haya visto beneficiado directamente,
puede estar feliz de que haya regresado el PRI.
Mis papás
entran en la categoría de los beneficiados, nos fue "bien" en el
príismo. Me alegro por ellos y los amo. No hay forma de que yo me alegre
porque haya ganado el partido de las apariencias.
Detesto al
PAN y no entiendo con qué cara le echa la culpa a la izquierda de "errar
el candidato que presentó" cuando la vagina diferente de su candidata
quedó en último lugar y tuvo 12 años para hacer las cosas y las hizo tan
mal. Pero aún así, en algún nivel, la incompetencia rampante panista
era preferible a la maldad discreta del PRI, ideólogos del chingar
culero pero quedito.
Me entristece la actitud que muchos
adoptarán, "¿ya ven, para qué andan de revoltosos, si ya todo está
comprado?", "¿pa qué les sirvieron sus mamadas de los 132?", mientras
los Loretsdemolas y Carlosmarínes y Adelasmichas de este país se ríen y
desprecian a la fuerza que quedó en segundo lugar, a la que por derecho
le corresponde respeto y reconocimiento.
No sé si hubo fraude. ¿No les frustra nunca saberlo? Sabían que la elección se vigilaría hasta extremos
ridículos, así que la porquería empezó desde antes, con telenovelas,
despensas, acarreados, guerra sucia, cobertura parcial, gastazos publicitarios. Es un fraude bastante largo y tendido. Qué risa que le hayan llamado "enfermo de poder" a AMLO cuando pienso en todo lo que hicieron y gastaron para ponerte en la silla.
Y así,
ganó el mirreyismo, el taxista terco, el tuitero analfabeta
comprado con tres pesos y veinte centavos, los bots con los que tendremos que luchar de ahora en adelante, día con día. Y ganó Peña
Nieto, que tiene la distinción de ser el presidente que más triste ha
vuelto a sus gobernados antes de siquiera comenzar a gobernar.
Pues felicidades, Peña. No has comenzado siquiera y el 60% de los
mexicanos te detesta. Ese número va a crecer. No es amenaza, es
realidad. Tus televisoras nos pintarán un panorama bien bonito, donde
cada día con el PRI será un poco mejor que el anterior, los narcos
mágicamente irán cayendo, México crecerá y quizá hasta nos bajes un poco
el dólar.
Lo que no van a mostrar es cómo vas a pisotear
nuestros derechos humanos. No tendremos ideas de cuántos arreglos se
harán en lo oscurito. Las artes no van a brillar, no tanto como Gaviota y
sus colegas y sus nuevas telenovelas. No nos enteraremos de las
aventuras de tu hija y sus novios que desprecian a la prole.
Pero lo vamos a intentar. No somos el México de los noventa, tenemos
redes, celulares que graban, medios de comunicación alternativos. Y
aunque te quieras meter en ellos, como ya lo hiciste en la elección, no
te va a salir bien, porque tus empleados son brutos y se notan sus
artimañas.
Yo no me voy a olvidar de lo triste que me pone que
hayas ganado. Ojalá pudiera, pero sé que no me decepcionarás y me lo vas
a recordar constantemente.
Felicidades, Peña, por poner triste a una parte tan grande de un país.
Postiado por El Mareo A las 10:27 a.m. 93 barruntos