3 mar 2005

Advertencia: No da cambio exacto

Hoy me compré un Sprite en una máquina despachadora de refrescos. Le metí una moneda de $10, y me dio el Sprite, una moneda de $10, y cinco monedas de $1. Pero yo estaba solo en el momento y no había nadie con quien compartir mi triunfo, por lo que me resultó desabrido.

Este blog se formó originalmente para este tipo de eventualidades, para que nunca más un triunfo me resultara desabrido por falta de audiencia.

No, en realidad lo formé por ocio.

O, así sonando bien Cortázar: En un Centro de Enseñanzas de Lenguas Extranjeras de la capital mexicana venden refrescos en una máquina con un tornillo perdido en algún lugar de su interior. Si un consumidor desemboca en esa máquina al dar como las 6 de la tarde, le regresan más dinero del que metió.

6 comentarios:

Mata dijo...

Truco para la maquinas nuevas de Boing:

1.- Inserte la cantidad necesaria para adquirir el producto
2.- Encuentre usted aquel envase que parezca atascado y selecciónelo
3.- vuelva a seleccionarlo, la maquina insistirá en sacarlo porque es "a prueva de atascaduras" es decir que le mostrara que seleccione otro
4.- continué seleccionándolo hasta que salga, para cuando esto pase, la maquina seguirá mostrando que nunca salió
5- Haga lo mismo con todos los envases atascados
6.- pida a la maquina que mejor le devuelva su dinero
7.- Disfrute usted de n refrescos y todo su dinero

diamandina dijo...

Este post me genera mucho conflicto moral. Yo soy de las que siempre obligan a los amigos a que le pidan al mesero que corrija la cuenta porque les cobró menos y que regresen los cambios que les dan de más. P-pero en este caso, mmm, es ¡una máquina! ¿Cómo es la cosa de la ética ante una máquina? ¿A quién se le regresa ese dinero? Qué complicación, qué bueno que no me pasó a mí.

El Mareo dijo...

Disminuyamos la comeflorecidad, Graciela, que ya pareces lectora de M. Ende. Además, las máquinas empezaron las hostilidades, al suprimir con su presencia un eslabón humano, el de la señora que antes vendía los refrescos en persona.

¿Se imaginan que México fuese potencia refresquera y pudiésemos disfrutar del Águila y Nopal, con su inconfundible sabor a tuna, que te da alas?

El Mareo dijo...

Estas recetas para hacerle fraude a las máquinas me recuerdan una que me estaba contando el otro día mi buen amigo El Greñas:
-Wey, los teléfonos antiguos, los de disco, hacían un ruidito particular cuando llamabas a larga distancia. La gente grababa ese ruidito característico y luego lo ponía al teléfono para activar la larga distancia gratuitamente.

Era una anécdota interesante, hasta que la interrumpió Mónica, con un excelentemente bien colocado "pobre Greñas al que sus abuelos se lo chamaquean".

Pobre Greñas que fracasa en todo.

Alguien dijo...

máquina de boing? máquina de boing?! yo quiero una máquina de boing!! por qué no hay una desas en mi escuela!! nomás hay de lala y de café malo!

Anónimo dijo...

una vez yo le saqué como 20 pesos a un teléfono público de monedas con los que me compre un fabuloso tejuino acompañado de unos churros bañados en salsa valentina.